Esta clásica regla nos dice que el centro de atención debe colocarse en la intersección de las líneas imaginarias que dividen una fotografía en tres partes de arriba abajo y de izquierda a derecha.
Henri Cartier-Bresson, fue un célebre fotógrafo francés considerado por muchos el padre de la fotografia, y utilizaba mucho esta técnica.
La conocida Regla de los Tercios establece la división del rectángulo en partes proporcionales, agradables a la vista y consecuentemente a la imagen que contenga, y es seguramente la regla de composición más conocida y válida tanto para la fotografía como para la pintura y el resto de las artes.
Dividiendo la fotografía en tres partes iguales, tanto horizontal como verticalmente, los puntos de intersección de las líneas trazadas son los llamados centros de atención. En estos centros de atención es donde se debe colocar el sujeto principal.
Si existe un sujeto secundario debe colocarse en el punto opuesto diagonalmente.
Cuando en una escena existen dos o más puntos de atención de parecida fuerza al principal establecen una competencia entre ellos que crea confusión al espectador.
Un ejemplo:
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